lunes, 21 de julio de 2014

CAP. I El demonio Ahharu



En alguna parte del bosque de Castanea, dos tunos de beca verde huyen apresurados de Ahharu, un demonio que busca atraparlos, tiene una forma humanoide tiene dos cuernos, los dientes puntiagudos, el rostro fino, la cabellera larga, orejas de duende, garras en las manos y dos enormes alas.

Ya estamos lo suficientemente lejos Hiedra, paramos y atacamos.
Tienes razón, nos quedamos acá.

Ambos dejan de correr, voltean y esperan atentos a su enemigo. El demonio que volaba se detiene, baja a la tierra y se muestra frente a ellos, espera el momento oportuno para atacar. 

Maldito demonio, a cuantas personas les has quitado toda la sangre...

El demonio Ahharu sonríe de manera malévola y tenebrosa.

Puma, creo que mejor atacamos. - dice Hiedra ligeramente asustado - 
Muy bien, yo empezaré el ataque. Hiciste lo planeado, ¿cierto?.
Claro como quedamos.

El audaz Tuno Puma se quita la capa y empieza a correr hacia el demonio. Mientras su compañero espera.

El demonio alza vuelo. Puma lanza con fuerza el pandero que llevaba hacia el demonio, en el camino el pandero giraba a tanta velocidad que ahora se convierte en un disco cortante. El demonio que permanece en el aire esquiva rápidamente el ataque.

Puma ahora se detiene, se pone la rodilla izquierda sobre el piso, con los dos puños da un golpe al suelo. Inmediatamente del suelo salen dos enormes pumas. El demonio se sorprende, pero también se da cuenta que el disco regresa a atacarlo. Voltea para esquivarlo, lo logra pero ahora se percata que tiene a los dos pumas cerca. Intenta volar pero es muy tarde, los pumas tienen sus alas en sus hocicos, muerden al demonio y este cae al suelo, intenta defenderse sin ningún resultado a su favor. Entonces aparecen de la nada dos espadas en la mano del demonio, los clava en uno de los pumas que al instante desaparece, luego hace lo mismo con el otro puma.

Hiedra se acerca a su compañero.

Casi lo tienes Puma, ahora será mi turno...

Hiedra lanza una semilla hacia el demonio, éste solo lo ve sin presagiar ningún peligro. La semilla se divide en múltiples más. cada una se acerca cada vez más al demonio. Al ser demasiadas se cubre con sus enormes alas, las semillas explotan y dejan malherido al demonio. 

Ahora te tenemos demonio. - Puma -

El demonio rápidamente se eleva por los aires. Agita las alas forma una corriente de viento que aturde a los Tunos. Vuelve agitar las alas, esta vez salen docenas de espinas que se van hacia los Tunos. Hiedra se cubre y cubre a su compañero con su capa.

El demonio se queda sorprendido y se enfurece al ver que esa simple capa logró protegerlos de su ataque. Vuela hacia sus contrincantes, éstos lo esperan calmados. Cuando el demonio está cerca se queda paralizado, su cuerpo esta sujetado por ramas trepadoras que le impiden moverse.

¡Te atrape demonio! - exclama Hiedra -
Ahora sabes porqué soy Hiedra.
Hiedra, enciérralo ya.

El demonio pega un tenebroso grito.
Al instante aparecen en otro lugar.

Qué diablos...
Donde estamos, Puma...

Se encuentran en un mar de sangre, Todo alrededor es sangre. El fluido les llega hasta las rodillas. El demonio intenta liberarse de las ramas de Hiedra. Mientras que los Tunos ven muy asustados el ambiente terrorífico donde se encuentran.

Atrápalo de una vez Hiedra. - grita Puma -

Hiedra toma la bota de vino que lleva, la abre desesperadamente.

Hazlo Hiedra.

Una mano toma el brazo de Hiedra, él voltea y ve una alma detrás suyo. Otra alma toma los pies de Puma, del mar de sangre salen varias almas, que toman desprevenidos a los Tunos.

Puma estamos perdidos, estas almas me están quitando las fuerzas...
Hiedra hermano...


Ambos caen al mar de sangre. Las ramas de Hiedra también pierden fuerza y el demonio se libera fácilmente.