En alguna parte del bosque de Castanea,
dos tunos de beca verde huyen apresurados de Ahharu, un demonio que busca
atraparlos, tiene una forma humanoide tiene dos cuernos, los dientes
puntiagudos, el rostro fino, la cabellera larga, orejas de duende, garras en
las manos y dos enormes alas.
Ya estamos lo suficientemente lejos
Hiedra, paramos y atacamos.
Tienes razón, nos quedamos acá.
Ambos dejan de correr, voltean y esperan
atentos a su enemigo. El demonio que volaba se detiene, baja a la tierra y se
muestra frente a ellos, espera el momento oportuno para atacar.
Maldito demonio, a cuantas personas les
has quitado toda la sangre...
El demonio Ahharu sonríe de manera malévola
y tenebrosa.
Puma, creo que mejor atacamos. - dice
Hiedra ligeramente asustado -
Muy bien, yo empezaré el ataque. Hiciste
lo planeado, ¿cierto?.
Claro como quedamos.
El audaz Tuno Puma se quita la capa y
empieza a correr hacia el demonio. Mientras su compañero espera.
El demonio alza vuelo. Puma lanza con
fuerza el pandero que llevaba hacia el demonio, en el camino el pandero giraba
a tanta velocidad que ahora se convierte en un disco cortante. El demonio que
permanece en el aire esquiva rápidamente el ataque.
Puma ahora se detiene, se pone la rodilla
izquierda sobre el piso, con los dos puños da un golpe al suelo. Inmediatamente
del suelo salen dos enormes pumas. El demonio se sorprende, pero también se da
cuenta que el disco regresa a atacarlo. Voltea para esquivarlo, lo logra pero
ahora se percata que tiene a los dos pumas cerca. Intenta volar pero es muy
tarde, los pumas tienen sus alas en sus hocicos, muerden al demonio y este cae
al suelo, intenta defenderse sin ningún resultado a su favor. Entonces aparecen
de la nada dos espadas en la mano del demonio, los clava en uno de los pumas
que al instante desaparece, luego hace lo mismo con el otro puma.
Hiedra se acerca a su compañero.
Casi lo tienes Puma, ahora será mi
turno...
Hiedra lanza una semilla hacia el demonio,
éste solo lo ve sin presagiar ningún peligro. La semilla se divide en múltiples
más. cada una se acerca cada vez más al demonio. Al ser demasiadas se cubre con
sus enormes alas, las semillas explotan y dejan malherido al demonio.
Ahora te tenemos demonio. - Puma -
El demonio rápidamente se eleva por los
aires. Agita las alas forma una corriente de viento que aturde a los Tunos.
Vuelve agitar las alas, esta vez salen docenas de espinas que se van hacia los
Tunos. Hiedra se cubre y cubre a su compañero con su capa.
El demonio se queda sorprendido y se
enfurece al ver que esa simple capa logró protegerlos de su ataque. Vuela hacia
sus contrincantes, éstos lo esperan calmados. Cuando el demonio está cerca se
queda paralizado, su cuerpo esta sujetado por ramas trepadoras que le impiden
moverse.
¡Te atrape demonio! - exclama Hiedra -
Ahora sabes porqué soy Hiedra.
Hiedra, enciérralo ya.
El demonio pega un tenebroso grito.
Al instante aparecen en otro lugar.
Qué diablos...
Donde estamos, Puma...
Se encuentran en un mar de sangre, Todo
alrededor es sangre. El fluido les llega hasta las rodillas. El demonio intenta
liberarse de las ramas de Hiedra. Mientras que los Tunos ven muy asustados el
ambiente terrorífico donde se encuentran.
Atrápalo de una vez Hiedra. - grita Puma -
Hiedra toma la bota de vino que lleva, la
abre desesperadamente.
Hazlo Hiedra.
Una mano toma el brazo de Hiedra, él
voltea y ve una alma detrás suyo. Otra alma toma los pies de Puma, del mar de
sangre salen varias almas, que toman desprevenidos a los Tunos.
Puma estamos perdidos, estas almas me
están quitando las fuerzas...
Hiedra hermano...
Ambos caen al mar de sangre. Las ramas de
Hiedra también pierden fuerza y el demonio se libera fácilmente.
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